EL MINISTERIO DEL TIEMPO (temporada 3): ¿nos hacemos unas puertas?

Santander, 6 de noviembre de 2.017

El regreso de Julián Martínez al Ministerio del Tiempo fue efímero. Rodolfo Sancho no ha participado en el rodaje de la tercera temporada de la serie. Su personaje ha muerto fuera de pantalla -durante la Batalla de Teruel de nuestra Guerra Civil-, y solo sus compañeros de patrulla le echarán de menos. De nuevo será Pacino (Hugo Silva) quien ocupe su lugar...

La historia de España está a punto de estallar y el Ministerio del Tiempo a punto de derrumbarse...

Lola Mendieta (Natalia Millán / Macarena García) fue una agente reclutada por el Ministerio del Tiempo en 1.953. Tenía treinta y tres años y una hija llamada Lucía a la que abandonó. Después de un tiempo, la buscó: acabó siendo su amiga y terminó contándole toda la verdad...

Cuando desertó, comenzó a colaborar con una empresa norteamericana que también viajaba por el tiempo, pero su tecnología generaba cáncer, y de eso murió. Lucía le pidió ayuda a Salvador, pero este se la negó. No poder salvar a Lola de su cáncer le dolió tanto que, saltándose todas las reglas y sin decirle nada a su hija, la convirtió en la única agente del ministerio alistada en dos ocasiones, pero esta vez lo hizo en 1.943 -diez años antes-, con la esperanza de poder salvarla de todos los males que le ocurrieran en el futuro.

Lucía había jurado que Salvador se arrepentería de no haber salvado a su madre. Por eso le entregó la copia de 'El Libro de las Puertas' que ella tenía a unos revolucionarios que luchaban por la igualdad y hablaban de cambiar la historia -'Los Hijos de Padilla': los nuevos comuneros-, pero uno de ellos le vendió la información a. 'Ángel Exterminador', lider de una secta secreta absolutista partidaria de la defensa de los antiguos fueros, y ahora todos ellos viajan por el tiempo amenazando al país con una más que posible guerra civil a lo largo de todas las épocas

Durante el verano de 1.881, el rey Alfonso XII se desplazó hasta Comillas para celebrar un importante consejo de ministros. Aprovechando la ocasión, muchos empresarios acudieron a Cantabria dispuestos a pedir favores, la mayor parte de ellos de origen catalán.

La restauración era un régimen corrupto: dos partidos políticos se repartían el poder y los beneficios mientras el gobierno en pleno pasaba las vacaciones en casa de un empresario al que iban a enriquecer a golpe de decreto. Pere Folch -tío de Amelia-, ansiaba proporcionar a su país un futuro mejor...

Era uno de 'Los Hijos de Padilla' y había viajado a Comillas dispuesto a asesinar al rey. Este aún no había concebido a su hijo -el futuro Alfonso XIII-, y si moría no nacerían ni Juan Carlos I, ni Felipe VI, ni sus hijas, y la historia de España se convertiría en un peligroso correcalles. El futuro se construye segundo a segundo: ¿quién sabe si arreglando el pasado el futuro será mejor? La patrulla enviada por el ministerio al siglo XIX consiguió frustrar el atentado y Pere Folch fue arrestado y enviado al Castillo de Loarre, cambiando para siempre la historia de su familia...

Amelia fue reclutada en 1.880. Desde entonces han pasado dos años. Cuando vuelva a casa se encontrará con que su padre no pudo soportar la detención de su hermano y la incautación de todas sus empresas: sufrió un infarto y murió, dejando sola a su madre...
Afortunadamente, esta vez la política de puertas giratorias impuesta por el Ministerio del Tiempo le brindará a ella la posibilidad de elegir entre su familia y su trabajo.

"Cuando acepté formar parte de este Ministerio lo hice creyendo que era lo correcto, pero nunca pensé que eso iba a destrozar a mi familia. No creo que pueda seguir adelante como si eso no hubiera pasado. Necesito elegir entre el Ministerio y mi familia, y voy a elegir a mi familia."

La nueva Lola será quien la sustituya, convirtiéndose en la nueva compañera de patrulla de Alonso y Pacino. Ella fue quien impidió que les mataran a todos en Comillas: es lista y se desenvuelve bien...

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Aura Garrido se ha marcado un 'Rodolfo Sancho' y, al igual que hizo él la temporada pasada, se ha bajado del barco a mitad de trayecto con la firme intención de regresar algún día al Ministerio.
La actriz madrileña llevaba seis años intentando cuadrar fechas para poder asistir a un curso de interpretación impartido en EE.UU. por John Strasberg, pero hasta ahora no lo había conseguido. El tiempo que se tomó Televisión Española para dar luz verde a la tercera temporada de "El Ministerio del Tiempo" dio pie a que sus protagonistas organizaran sus propias agendas, y ella concertó su anhelado curso en unas fechas que finalmente coincidieron con parte del rodaje de la serie.

"Nunca he dejado de estudiar y de formarme: para mí es algo muy importante. Me había comprometido con John Strasberg. Hablé con el productor del Ministerio: lo entendió perfectamente y me dio todo su apoyo para que viajara a EE.UU. cuando fuera necesario y volviera en cuanto pudiera. No hay más. Toda la temporada de mi personaje se ha gestionado en función de esto."

El 6 de julio de 2.017, Aura escribió una emotiva carta dirigida a los fans de "El Ministerio del Tiempo" en la que se despedía temporalmente de ellos, prometiéndoles regresar:

Queridos ministéricos,

he escrito, tirado y reescrito esta carta durante semanas. Quería deciros personalmente hasta pronto, y agradeceros todo lo que me/nos habéis dado, pero no se me dan nada bien las despedidas..., ni siquiera las temporales. Pablo Lara, ese hombre que vale por veintisiete, me convenció para hacerla y puede dar fe de lo que me ha costado entregarla.

Amelia se va del Ministerio, pero, espero, no será por un tiempo demasiado largo. Esta es una profesión extraña en la que el azar te mueve, el tiempo pasa a trompicones y tienes que aprender a encajarte entre momentos de inactividad y de actividad intensa. Organizarte a medio o largo plazo es imposible, y cuando lo haces tienes que aceptar lo que ello conlleve. El año pasado tomé una decisión en un momento de incertidumbre, contando con los tiempos más probables en caso de renovación, pero a Mr. Murphy le gusta mucho esto de venir a visitarnos a los del cine, y sucedió lo inevitable: renovamos en las fechas que yo había organizado. Llamé a Javier Olivares temblando y a punto de llorar, pero he tenido la suerte de encontrarme con un jefe comprensivo, que conoce la profesión y que conoce la vida, que me tranquilizó en seguida y me apoyó en todo momento, y que ajustó desde el principio la temporada para que pudiera hacerlo, más o menos, todo. Hasta el punto de encajar mi marcha con la mid-season (un detallazo grande, grande).

Pero a Javier le debo muchísimo más que lo que ha hecho por mí esta temporada, claro. Le debo un personaje maravilloso que va a estar siempre conmigo y participar en una serie que nos ha roto a muchos los esquemas de lo que se puede y lo que no se puede hacer en la televisión española. Todos los que hemos trabajado en "El Ministerio del Tiempo" lo hemos hecho entusiasmados con el proyecto y con nuestro corazón y nuestro esfuerzo volcados en sacarlo adelante. Ha sido un honor trabajar al lado de este equipo técnico y artístico, aprender de mis compañeros Nacho, Rodolfo, Hugo, Macarena, Caye, Juan, Francesca, Natalia, Susana, Julián, mis bellos 'padres' Fanny y Xavier, los increibles episódicos que hemos tenido, estar bajo las órdenes de Marc, Jorge, Abi, Javier, Paco, Koldo, Óscar, Ignasi... y estar bajo las órdenes del que siempre será mi jefe favorito, absolutamente imbatible en su puesto, el señor Jaime Blanch.

Soy una grandísima afortunada y esta profesión me ha regalado muchas cosas, pero solo podía soñar con un personaje como Amelia y una serie como "El Ministerio del Tiempo". Me faltan palabras para explicar por qué, pero creo que probablemente me entendéis sin necesidad de que lo explique. Con lo que desde luego no alcanzaba ni a soñar era con vosotros, ministéricos. Vuestro cariño, lealtad y entrega han superado con creces todo lo que podría haber imaginado. A vosotros os debo TODO. Pero lo que más ilusión me hace es formar parte de algo que ha despertado vuestra imaginación, vuestra creatividad y vuestra inquietud. Que a partir de nuestra serie hayáis creado pósters, muñecos, dibujos, relatos, juegos... Que la hayáis utilizado para enseñar historia, literatura o el idioma español en colegios e institutos. Que haya despertado vuestro interés en la historia, en leer más sobre los personajes o hechos que aparecen en los capítulos, que hayáis convertido a Lope, Cervantes o Bécquer en trending-topic... Nos habéis ayudado a demostrar que estamos hambrientos de conocer y aprender, y de que nos hagan partícipes del proceso. No sois meros espectadores, formáis parte de esta serie.

Soy feliz por haber tenido la oportunidad de participar en esta gran familia que, como toda familia, ha pasado por momentos felices y tristes, mejores y peores, y se ha enfrentado a los reveses, las pérdidas y las dificultades. Solo espero que siga activa y unida por mucho más tiempo, porque ya estoy deseando volver al hogar. Habéis cambiado mi vida y siempre, siempre, vais a estar en mi corazón. Gracias, Pablo Olivares, por dejarnos este bello canto del cisne. Allá donde estés estás en cada frase de esta serie.

GRACIAS.

Hasta (muy) pronto

Acaba de irse y ya estamos pensando en su regreso. Le echaremos de menos pero, mientras tanto, nos haremos unas puertas...